En el horizonte veo
lo que no distingo cerca de mi todos los días...
Allá lejos no sé qué nuevas luces
se suceden, para pintar un paisaje no descubierto...
Más cerca o más lejos,
con alegría y dicha encendidas,
los caminos se abren donde no sospechas...
El Cielo está muy abierto,
levantando más arriba el ánimo y el corazón.
¡Cuántas lágrimas, ayer,
aguardando lo que no siempre llega...
esperando sin espera,
encendiendo una lucha sin fuego!
¡Sigue en pie, aunque parezca lejos!
No sabes que está tan cerca.
No imaginas las sorpresas
que que sólo Dios con su Presencia gesta...
Alberto E. Justo