¡Silencio nuevo, pues, a pesar de las mentiras que resuenan aquí y allá! Sabemos dónde estamos y quienes somos. No tenemos signos de poder alguno, estamos con Él, con el Padre, con Nuestro Padre, con Nuestro Dios.
¡Sed fuertes! Nada habéis perdido, nada habéis de perder...
Alberto E. Justo