A pesar de los abundantes desengaños de estas horas, no temas ni te apartes de tu camino. Porque el camino sigue, trazado por la confianza y la Misericordia del Señor...
Toparás con sustos de diversa índole y te sorprenderán los necios que, en su tiempo, te creyeron y te creen lo que no eres ni remotamente.
Hay muchos viandantes que dicen necesitar auxilios tipo "autoayuda" .Y está bien: cada cual en su esfera. Pero tú no abandones tu senda, porque es Otro el que te conduce y te lleva, ahora y siempre, sin desengaño ni mentira.
Reposa y trabaja en el Corazón de Cristo...
Alberto E. Justo