Es posible que ya te aventures a ver "más allá." No es una afirmación atrevida, es -simplemente- una alusión a adoptar un símbolo luminoso, una feliz "metáfora", para descubrir mejor la verdadera morada. Jardín o Desierto, Celda monástica o Ermita, Cima o Valle, Paisaje o Ciudad... Sobre todo ese Templo y en ese Templo, que es el corazón... Un magnífico claustro con hermoso y silencioso jardín, poblado de aves y de flores, abierto a la Creación y a los hermanos que por allí oran y meditan.
Pero también hallamos otros parajes: el Circo y las fieras, el Lugar de un testimonio inimaginado, Lugar de "Martirio", por tanto, lugar, en suma, más escondido y pleno de sentido, porque da la dimensión y descubre la profundidad de situaciones y acontecimientos... Lugar "más allá" de todo lugar, dimensión interior y más real, que aparece en esta peregrinación que integra una historia mayor de salvación y de elevación.
Sigue de camino sobrepasando el velo que cubre las cosas, para verlas de nuevo, con su rostro escondido y verdadero.
Alberto E. Justo