Después de ¡tantos días! seguimos meditando en el corazón y descendiendo en los parajes escondidos del paisaje de Dios. Más presente que nunca, más actual que siempre, más "ahora", rechazando toda duda y dejando todo reparo en luminoso y fecundo abandono.
Cuando el Señor nos lleva en Su camino, cuando todo es ahora... ¿qué podemos temer? Descubramos en silencio y esperanza ese YA! luminoso que nos levanta en las rutas del Desierto...
Alberto E. Justo