Podremos hacer mil intentos de explicar lo inexplicable... Sin embargo hay algo que todo lo trasciende: "orar, de verdad, es siempre "más allá" o, tal vez, más aquí. Creemos demasiado en fórmulas y maneras, pero el gran secreto es que hemos de trascender todas y todo.
Deja que el Espíritu mismo sea el orante, tu orante. Vive del Espíritu y en el Espíritu... ¡Asómbrate por fin! El Espíritu está en ti... Tú eres, "piedrecita Blanca", que sólo conoces Tú.
Alberto E. Justo