Allí donde crees perder, es allí mismo donde tú ganas... Deja que todo, sí todo, pase a las manos de Dios. El enemigo molesta porque pretende esas "realizaciones" que no lo son. Aprende, de nuevo, a dejar, sólo Dios Es.
Deja que Él venga, deja libre la puerta de tu casa...¿Que no tienes casa? Es lo que tú piensas hoy, porque estás de viaje. ¿No viajas como quisieras? ¿Qué sabes? Deja que te transforme la Cruz del Señor... Mira que no hay otra...
Alberto E. Justo