Hay una Fuente en tu corazón... No te asusten ni temas tus sueños. ¿Por qué? ¿No sabes que recibirás infinitamente más de lo que deseas? ¿No sospechas que, de algún modo, ya tienes lo que siempre buscas? ¿En qué "nivel" te encuentras hoy?
Si te animas a descender por aquellos caminos que trazas y que sólo conoce el que se atreve por ellos... Entonces quedarás admirado, aunque falte esa dura comprobación que por aquí y por allá pretendemos.
La Fuente del corazón y de la vida. Descansa en ella sin dudar. No temas. No te espante el fracaso y la contrariedad. Puedes levantar más la altura de tu vuelo. ¿No te imaginabas semejante cosa? Siempre puedes ir más alto. Siempre puedes cavar más hondo. Y lo más increíble es que así lo has hecho siempre sin darte cuenta.
El camino trazado no es vano, nunca es vano, sobre todo cuando te vuelves, cuando sea, a ese centro que sueñas y que, sin embargo ES.
Entonces repitamos: "Corazón de Jesús, Corazón de mi corazón, Amor Infinito, en ti confío."
Alberto E. Justo