¿Incomprensión? ¡Cuántas veces
nos lamentamos por no ser “entendidos” o acogidos o, simplemente, bien
recibidos. La primera y eficaz respuesta es: -no importa. En efecto, es preciso
no vacilar y afirmarse en la soledad o no-asistencia de los
demás. Sobre todo cuando la prudencia nos ayuda y nos guía.
Aprender a valorar esas decisiones que sabemos que hemos de
tomar... Es verdad que hay, en esta hora, un ambiente muy denso de presiones de
todo tipo, que asustan y desvían a los peregrinos, llevándolos por sendas
perdidas...
Pero aquí está el secreto de no apartarse del camino directo
y no quedar en vana conversación por los lados, por esos “costados” que apartan
y alejan de lo esencial.
El viandante ha de adherir a lo “esencial”. En tal cosa
consiste su salvación y su vida. Sobre todo en los tiempos en que tantos
equivocan el camino por la porfía de desatenciones y distracciones sin sentido.
Alberto E. Justo