En el silencio que supera el ruido, o la dificultad que fuere, encontramos lo que tanto deseamos sin atrevernos a adivinar...
¿Es necesario "hacer" algo? Es urgente abandonar y dejar todo lo que no cuenta, es hora de no dejarse detener ni encerrar por las "cuestiúnculas" vanas y ascender por la escala más empinada: la que no atiende los gritos o las luces falsas que sólo son ocaso y muerte.
No hay "reglas" para esto. La vida no precisa de introducciones ni de declaraciones de ninguna especie. La vida es vida y la recibimos a cada instante.
En silencio, pues, en lo íntimo, en lo secreto. Que no importa que nadie lo sepa y menos que lo aplauda. En silencio y soledad, en paz fecunda, sin temor...
Dejémonos transformar en ese "Yo Soy" que resuena en nuestro corazón profundo...
Alberto E. Justo