Porque la Encarnación indica, revela, el inmenso y oculto misterio de todas las "maneras".
Suponemos que ha de ser así... ¿Cómo? Pues del "modo" que soñábamos suponiendo... Porque hay sueños que no serán jamás "supuestos"... Pero ¿no nos dice San Bernardo que el "modo" de amar a Dios es "sin modo"? ¿Qué lugares y qué maneras acabo por idear sin descubrir las más profundas, que son secretas, y que sólo dejan ver un signo que todo supera?
El "silencio" no es un simpático vacío. Es un abismo que no tiene perfiles hechos. No conoce contornos, pasa siempre más allá. Tal vez el silencio verdadero aparezca y se muestre después de no sé cuáles contradicciones...
Sin paradoja no hay "pensamiento", sin paradoja, no hay silencio...
Alberto E. Justo