¿Las "raíces" han de ser nuevas? Pregunta extraña. Es verdad que toda madurez supone largo tiempo y que, por ello, las verdaderas raíces son siempre antiguas. Nuestro problema, hoy, se da cuando estas mismas no han existido...
En efecto, cuando la vida monástica no ha abierto el surco de la historia, cuando la experiencia de los monjes no ha iniciado un particular "estilo" de existencia..., entonces se hace muy difícil una vida consagrada profunda que anime a la comunidad cristiana.
El monje es un icono, heredero del mártir, un testigo directo del Absoluto, del primado del Amor de Dios. El monje enseña con su vida lo que acontece en el interior de cada persona.
Quizá podamos hallar nuevamente en el ejemplo de los Padres del Desierto ese "centro" que tanto activismo huero nos ha hecho soslayar.
Alberto E. Justo