Pregunta un tanto insólita... Pero nos ubica nuevamente en el camino esencial... Algunos tendrán por seguro que podrían haber cumplido con otras tareas en la vida presente... ¿Por qué no? Las posibilidades son infinitas...
Y yo me apresuro a decir y a recordar que todo, todo (lo hecho o lo no hecho), se puede realizar en el Amor y que en la medida en que "algo" es deseado al punto queda cumplido.
Una vez más: la vocación monástica se vuelve nuestra en el deseo, cuando hemos descubierto el camino escondido en el Corazón de Cristo-Jesús.
No hemos de olvidar la sencillez e inmediatez del llamado de Dios: siempre más allá y más alto que todas las "determinaciones" o "condicionamientos" del lugar y de la hora.
Alberto E. Justo