¿Quiere Dios, acaso, que el hombre sufra o padezca esto o aquello? La Voluntad de Dios es la "libertad"creada del hombre. El sufrimiento que pueda padecerse (¡a veces tan terrible!) es, sin embargo, consecuencia de las acciones humanas...
¿Cómo Dios obtiene tanto bien del dolor? Pareciera que esta "negatividad", nunca querida por sí misma, trae celada en su misterio una inaudita "potencia" de transformación.
Por eso el brillo de las cosas tiene su ámbito y su lugar, tal vez, donde no se lo sospecha.
Cuando percibas una amenaza ten en cuenta dos cosas: la primera consiste en que las amenazas carecen de realidad; la segunda, que Dios transforma todo en bien cuando lo dejas obrar...
Alberto E. Justo