Sí, a pesar de no
ser dignos. A pesar de no sentirnos dignos... A pesar de no sabernos dignos... Viene
Dios a nosotros a buscarnos, a levantarnos, a abrir su Corazón como morada
permanente y como vida...
Es que nuestra
debilidad es ocasión y oportunidad, donde se manifiesta y se revela el Abismo
de su amor y de su gloria. Porque la misericordia divina es revelación
misteriosa de su Gloria.
Alberto E. Justo