martes, 25 de junio de 2013

"puerta estrecha": camino pequeño y escondido...

La “estrecha puerta” es la “pequeña” senda que no es fácil encontrar inmediatamente. Porque –lo sabemos muy bien- el “tesoro” está “escondido” en el campo...
El camino, en realidad, es pequeño y silencioso. No hace ruido para seducirnos. Al contrario, nos llama siempre, primero, a la soledad. Y la soledad es precisamente eso: secreto. ¡Ah, el secreto que sólo el Padre conoce en nuestra inefable profundidad!
No haya reparos ni desconsuelos. Arrepintámonos de nuestros errores y pecados y vayamos confiadamente. Ahora es el momento de atender, de escuchar, más allá y más adentro –íntimamente- la delicadísima voz que nos despierta.
Permanezcamos en la Fuente, en nuestro Origen y Nacimiento. Nada ni nadie nos puede apartar... Y como nunca se está menos solo que cuando se está solo, aceptemos con gozo el llamado de Dios.

Alberto E. Justo