sábado, 22 de junio de 2013

vivamos lo que no vemos

No intentes repetir ni copiar... Simplemente siguiendo el camino abraza lo que no entiendes y lo que no puedes abarcar.
Y, más hondo todavía, acepta el Misterio de Cristo en tu corazón. Acepta esa “realidad” que es tuya. Jamás se tratará de adoptar un “método” lejano o un “estilo” de vida. El Misterio de Cristo es “nuestra” misma vida. Sin más, sin consideraciones ni laberintos de ninguna especie.
“No te maravilles de que te he dicho: Es preciso nacer de arriba. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo nacido del Espíritu.” (Jn. 3, 7-8).
Si nacemos de lo alto comenzamos a vivir lo que no vemos. Este “oír el viento” es vida verdadera, como la Gracia es incoación de la Gloria.

Alberto E. Justo