Si quieres vivir en soledad,
si quieres –verdaderamente- la vida solitaria, no pongas barreras ni límites...
No son las vallas las que te definen ni dibujan algún perfil... El silencio es
el ámbito de la soledad...
“Silencio” es aquí, propiamente, lo que nadie sabe (ni quizá
pueda saber). Sólo el que sabe que nada sabe... Sólo aquél de quien nadie sabe
nada.
No has de hallar
las respuestas, ni el sentido que tanto buscas, en acciones u obras de ningún
tipo. Sólo en el silencio de la intimidad del ser, sólo en la vida profunda,
que no precisa determinaciones ni calificaciones de ningún tipo, encontrarás el
deseo de tu corazón, más profundo que todos los abismos.
Tampoco las
palabras sirven... Mucho menos las definiciones... Quizá encuentres el aviso
reiterado: -no, no es por aquí...
Sucede así muchas
veces cuando forzamos el camino “por afuera”. Vuelve sin cesar al Misterio y a
la inmensidad escondida.
Alberto E. Justo