miércoles, 21 de noviembre de 2012

ora en silencio


Pasar más allá o... penetrar en el bosque... Quizá regresar sin pausa a la ermita interior... ¿Se trata de “mediaciones”? No, son alusiones a la Realidad que no tiene expresión. Pero ¿cómo?
Morar en los ojos de Dios es siempre SER CONOCIDO, CONTEMPLADO y AMADO, es reconocernos en Él. Pero tampoco son suficientes estas palabras.
El peregrino sabe que su casa, su morada, es UN Corazón que no puede delimitar ni imaginar.
“Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Esto puede ser leído y orado escuchando, en el silencio que gesta toda palabra, “ahora mismo estás en mi Corazón.”
Y no sólo “estás”, sino ERES. Y más todavía, que no es cuestión de delimitar nada, porque el hombre no puede imaginar ni circunscribir el Don de Dios.
En suma: “Si nada eres, todo lo eres en Mí.”

Alberto E. Justo