jueves, 15 de noviembre de 2012

sin temor, sigue adelante


Sin tanto título, escribo estas pobres líneas, en las horas difíciles del cotidiano combate. No hallo ese horizonte, que parece tan lejano...; y no termino de convencerme que está más que inmediato.
         Sigo luchando en el inmenso desierto que no se nombra ni se describe. El camino es arduo, la fatiga harto tenaz... ¿Qué son estas horas de tanto dolor y ausencia?
         No es posible expresarlo. El dolor no se describe. Amanece esta noche, más oscura y, tal vez, más luminosa, ya que no lo puedo –en modo alguno- sospechar. 

Alberto E. Justo