Aquí aquí un nuevo himno que no se resigna a desaparecer... El Señor no deja de abrir nuevas puertas ni nuevas ventanas para hallar un eco luminoso, despojado de manifiestaciones. Son muchos los cantos y las poesías que aparecen en nuestro recorrido.Viajamos en silencio, deslizándonos junto a la costa que aparece a nuestro lado...
El sol queda medio escondido entre las ramas de los árboles y un suave frescor alegra, con su presencia, la placidez del navegante.
Alberto Enrique Justo