No temas, la Palabra está íntimamente presente en tu corazón... Y allí no calla jamás.
En efecto: he aquí la gran sorpresa: Dios no calla: Su Voz está siempre más aquí y más escondida; es secreta y potente, íntima y no abandona...
Cuando parece que te ha olvidado está más presente que nunca. Aunque nunca pudieras percibirla... el viento del Desierto no la disminuye, la aumenta y afirma su presencia. Ten confianza y goza siempre su inefable proximidad e inmediatez.
Aunque no veas ni oigas... Dios está aquí.
Alberto E. Justo