¿Sabemos escucharle? Porque lo normal hoy es no saberlo ni ahora, ni nunca... ¿Responsables de esta sordera? Los clérigos que se contornean escupiendo estupideces... La afirmación de la ignorancia... La mudez del gallo que, no sabe cantar..., ni como gallo ni como nada... Arremete contra los falsos cacareos...
Yo, en cambio,digo -por fin- ¡¡¡canta!!! Continúa tu canción en hora difícil...
Soy hijo de un magistrado que fue un gran hombre, valiente y sabio. Recuerdo a mi padre y a mi hermano enfermo.
Pero lucha, no dejes de luchar... Persevera donde nadie te encuentra ni sabe de ti...
Alberto E. Justo