Nuevos dolores, tal vez... Pero desde la nueva oscuridad que, impera hoy, sospechamos la hermosa Aurora que nunca miente. En efecto, la aurora no miente ni engaña. Puede equivocarse y mucho. La ira del hombre no hace la justicia de Dios... En esta ocasión, buscamos una plegaria sin tiempo, desde un ocultamiento, velado por los resplandores de ayer...No dejes que ruidos o voces desconocidas turben tu paz o tu descanso...
Las horas han pasado y vuelven a pasar... ¿Por qué semejante reiteración?
Alberto E. Justo