martes, 3 de octubre de 2017

¿Amanece en la soledad?

En la soledad verdadera no existe el ocaso... El peregrino acaba por descubrir una dimensión en su vida que lo eleva y, al mismo tiempo, lo oculta y le abre las puertas de una vocación superior que es irrenunciable.
La "renuncia", tantas veces incomprensible en el hombre, es la apertura a la presencia de Dios...

Alberto E. Justo