Peregrinos hacia el corazón o en el corazón. No imaginamos el "espacio"... Es imposible. Pero no aludimos a ninguna "medida", aludimos al Misterio que "no tiene medida."
Sonrisa de Jesucristo, sonrisa de Dios que supera cualquier idea de "presencia". Música "callada" en esta hora del ruido.
No podemos expresar lo inefable. Baste señalar que el Señor no demora, que ya estaba aquí mismo, en nuestra intimidad.
Alberto E. Justo