Sobre todo cuando la Vida se manifiesta presente.¡Qué importa que no lo sepas! Deja que lo menudo se quede diminuto ¿Qué más da? Tú en cambio respira profundamente tu oración. Que nada te aparte de ese silencio que te alimenta y eleva.
Huye de "lo que se dice". Quédate en el silencio que no compara, que no elige, que no turba ni angustia. Deja lo que se tiene por muy grande a los más pequeños. Descubre y vive esa paradoja. Cuanto más pequeño, más entrarás en el secreto...
Alberto E. Justo