Quizá todas la horas sean "nuestras" En estos momentos juega en la vida, en nuestra vida, el rechazo y una indiferencia mortal... Esta hora es nuestra porque no puede ser de nadie, es nuestra por el rechazo de todos aquellos que no quieren "recibir"...
Si no te reciben, ni atienden, ni comprenden, aquí (siempre más aquí) está Dios que te ama y te da Su Vida. ¿Qué te aflige -peregrino- tal vez la muerte? ¡La muerte es nacimiento! Aunque cueste, aunque sorprenda. Ayer no más te lamentabas de ciertas ausencias o de la necedad ambiental... ¿No te reconocen? Los que no reconocen es porque nada pueden conocer...
Ayer asombraba la "rebelión" de los "clérigos". Hoy casi ya no hay clérigos que puedan "rebelarse". Deja -pues- tu cuidado. No eres tú eso que aquellos otros juzgan con superficialidad escalofriante. Tú, no lo olvides, no perteneces a lo que dicen o a lo que te brindan las instituciones que se derrumban precisamente ahora... En la hora presente aprendes el arte de bien morir.
Alberto E. Justo