Se trata de un historia luminosa, más presente cada día. Dios viene o, mejor, ha venido sin aviso y sin forma, sin medio ni medida... simplemente aquí y ahora, sin quedar sujeto a ningún "aquí" ni a ninguna hora.
Venir: comporta "habitar" y esto último es vivir. Se trata de "ser" y de ser en verdad.
En otro lugar hemos destacado una frase plena de sentido: "no te detengas "sobre" el ser, simplemente Sé.
Alberto E. Justo