Así, simplemente, directamente a Dios. No hay palabras para expresarlo, ni definiciones, ni tratados, nada hay que diga lo que sólo el corazón profundo vive en el Señor. El regalo de Dios es amarlo cada vez más, ir más adentro que la misma expresión de unión. Porque ya hablar de "unión" es poner una "distancia". Aquí nada hay que separe... Medite el peregrino cuál es el sentido inefable, porque -como decía un espiritual- cuando Dios dice "uno" yo entiendo "2 dos". Levanta, pues, lo que te supera y vive el Misterio que no puedes apresar.
Alberto E. Justo