¿Quién soy? ¿Quién es el que pregunta, quién el que interroga? Porque quisiéramos saber y... crecer. Crecer hacia arriba, levantarnos al Cielo.
Sin duda, sin vacilaciones, es el Señor Jesús quien llama. Saber de verdad depende de Él, en la medida en que sepamos, con gozo, preguntar. -Señor, dónde moras?
Nuestra casa se abre en el Corazón profundo, lleno de vida... ¡Señor! no sospechábamos que estuvieras tan cerca, tan "inmediato", tan íntimo, tan presente. Regálanos, desde el Fondo de nuestro espíritu, con tu presencia siempre mayor.
Alberto E. Justo