Nada falta y nada queda en la mitad del camino... Piérdese el tiempo cuando se buscan melodías por aquí y por allá. Sólo el silencio puede retomar el camino abandonado, más allá de los claustros soñados y de las ilusiones fallidas...
Una suave, muy suave nota, se eleva de la orquesta tanto tiempo callada. La melodía es ahora imprecisa, sin otro perfil que un sonido multiplicado. Nadie se atreve a hablar o a decir la verdad que ayer atemorizaba. La "cobardía" es un signo de los tiempos, no menos que el temor a la verdad.
Alberto E. Justo