En horas de incertidumbre surgen nuevos panoramas que no dependen de cálculos ni de estructuras... Preguntas que se suceden en pos de soluciones o de perspectivas con caminos nuevos que no satisfacen al hombre hoy.
La cuestión decisiva suena en otra clave, que olvidamos de considerar: Yo sé que sólo Dios basta y nada puedo añadir ahora a esta verdad. No es suficiente toda la ciencia de este mundo para hallar en el presente o en el pasado, el rumbo que perdemos en nuestras jornadas de todos los días.
Efectivamente: sólo Dios basta. Y donde los cálculos no llegan, ni pueden llegar, se revela la única Aurora que no tiene ocaso.
Alberto E. Justo