En medio de la noche. Sí, en el secreto de la "noche oscura", en las vísperas de los "levantes de la Aurora"; cuando nada sabemos de nada y sólo impera calladamente el silencio. Ahora mismo, en estas horas de desolación y de abandono, sólo una estrella brilla más allá. El Espíritu se levanta en el Corazón que aspira (y también llora) lo que decir no puede. ¡Qué silencio insondable que no enciende ninguna luz ni recibe otra ocasión que el "abandono" en el Misterio...!
Es la hora de la oración silenciosa. Es nuestra "Hora".
Alberto E. Justo