Con alegría afirmamos la verdad: "en nosotros". En la intimidad interior, en el respiro del Espíritu Santo. Desde luego no sabemos expresarlo, sólo señalar una realidad inefable.
Y si insistimos,una y otra vez, es en razón de alimentar desde dentro nuestra oración que no cesa, que no ha de cesar jamás.
Alberto E. Justo