sábado, 25 de noviembre de 2017

¿Cómo encontrar la huella?

No cejes en tu intento ni en tu búsqueda. La verdad es que ya has encontrado lo que buscas. No acabas de verlo porque se interponen "péndulos" de inquietud que te alejan del silencio profundo, que es tu matriz.
Desfilan figuras de muy variado perfil y gusto. Pasan, con ferocidad, los mandones que todo lo justifican por sus ambiciones menudas, y -lo que es peor y más grave- los que se guarecen detrás de "vestimentas" religiosas o de máscaras que disimulan su identidad.
Nada de eso te pertenece, ni es tuyo. Tú eres de Cristo y Cristo de DIOS. No es necesario invocar nada extraño ni caprichoso. Es el Señor quien viene y llega a tu corazón y te reviste de su Paz.
No seas falso "ahorrista". Deja a los tacaños el lugar que tanto les gusta. Presto lo perderán todo. Tú vive en el silencio y el respeto del gran señor, sé grande y magnánimo.

Alberto E. Justo