En lo escondido de la Noche. Al mismo tiempo -ya se sabe- las injusticias comienzan a la deriva, ya no se sabe por qué.
Los llamados "mandones" a toda hora, impiden la pureza en pensamientos e intenciones. Timoratos, cobardes o engañadores pretenden afirmarse en sus posiciones, dejando los heridos junto a los caminos... Es la hora del horror. Todo lo justifican con las medallas que cuelgan de sus pescuezos. Creen saber lo que no saben y se empeñan en emplear el débil armamento que traen en sus bolsas llenas de agujeros.
¿Cómo liberarse de tanta "descompostura" y traición. Sólo "dando al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios."
Alberto E. Justo