A pesar del escaso interés que despiertan hoy las "cosas" espirituales hacemos el propósito de seguir adelante por los caminos que, a veces, parecen extraños o fuera de nuestra simpatía.
Y seguramente es así, porque la repetición de lo mismo acaba por fatigar al alma que busca sin hallar.
Por ello es siempre necesario abrir las puertas hasta vencer la resistencia que tanto se percibe en todas partes... Damos por muy cierto que el empeño en los grandes ideales, que la vocación más pura, requiere un asombro siempre nuevo y la aceptación de un riesgo inesperado.
No, no comenzamos una "historia" nueva, seguimos los pasos de ayer con nuevo interés y firmeza, con la seguridad de la gracia divina que nunca nos abandona.
Alberto E. Justo